
No te guardo ningún rencor, no te odio por ello, es más, me has ayudado. Gracias a ti he conocido a varias personas que ahora son importantes en mi vida y que realmente no pensé que algún día lo fueran. Y, aunque no olvido esos ratos tan amargos que me hiciste pasar, pienso que seguramente dentro de algún tiempo lo habré hecho. Entonces, sólo guardaré un bonito recuerdo de aquella amistad de mi infancia, y parte de mi adolescencia, que, aunque no lo creas, yo estimaba y que ya forma parte de mi historia, y de mi vida.