Bebes pequeños sorbos, sin apartar la mirada de la ventana. Es extraño. Eres extraño. Será esa la razón por la que me atraes tanto.
El ruido de la calle se convierte en una melodía de fondo que acompaña mis pensamientos. Te giras y me sonríes, haciendo que me sienta la única persona sobre la faz de la tierra. No sé cómo lo has hecho, pero me has cambiado. Te has convertido en lo único que deseo, lo único que anhelo. Te acercas, te sientas a mi lado mientras me susurras suavemente esa palabra mágica al oído. Mágica, porque siempre me gana. Porque no puedo evitar caer rendida a tus pies después de oírla. Hay que ver lo que puede hacer una palabra, una simple palabra...
DIOS ME ENCANTA TU BLOG.
ResponderEliminarTe sigo vale?! :)
te espero por mi blog! un besito!
Muchas gracias, me alegra que te guste
ResponderEliminarclaro! un besito :)
Muy entrañable tu blog, mis felicitaciones :)
ResponderEliminarGracias :)
ResponderEliminarMe he sentido tan identificada con esta entrada que me han dado ganas de llorar.
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